REFLEXIÓN ACERCA DE LA EXPERIENCIA DEL OYENTE Y DEL INTÉRPRETE
La música es una expresión artística, su composición significa un proceso
creativo por parte del
compositor, quien a su vez ofrece una visión personal sobre
la realidad que lo envuelve .Los
elementos que la componen son emociones y vivencias de una sociedad.
La música es un medio de trasmisión entre el intérprete y el
oyente, capaz de comunicar aquello que no puede expresarse con palabras.
La música tiene cuatro elementos esenciales: el ritmo, la melodía, la armonía,
el timbre. Estos cuatro elementos constituyen los materiales del compositor.
Trabaja con ellos de igual manera que cualquier artesano con los suyos. Desde
el punto de vista del oyente, tiene un solo valor limitado, pues ese oyente
rara vez se da cuenta de cualquiera de ellos separadamente.
Para el oyente la música es un sistema sonoro de comunicación,
que puede expresar ciertos estados de ánimo en diversos momentos como tristeza,
serenidad o triunfo, a pesar de ser un poder de comunicación abstracto, no
verbal y ausente de significado concreto.
El papel del intérprete
puede ser controvertido, Por un lado es receptor del mensaje
enviado por el compositor, y por otro
es emisor al reinterpretar ese mensaje a su manera,
y por último también podría ser el puente o
canal a través del cual el compositor se comunica con el público.
Hay compositores que tienen como objetivo principal que el
oyente se lleve grabado la melodía en su
mente.
El intérprete tiene como misión conducir al oyente a una
visión, una imaginación, debe captar el alma de la obra, consagrarse física y emocionalmente
a la música que ejecutan, entregándose con cuerpo y alma a su público, quien en
este caso podría llegar a obtener un verdadero placer con las vivencias y
emociones expresadas por el artista.
En conclusión la música posee una gramática (lenguaje) y
conexión propia.
Ulises Varela Pedroso
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